lunes, 13 de abril de 2009

Entrevista del Observatorio de Fuerzas de la Reserva

Por Carlos González de Escalada.

La Reserva Voluntaria ya tiene su primera novela y ha surgido de la cantera del Observatorio. Es por ello que en esta ocasión dirigimos nuestras preguntas a uno de nuestros colaboradores. Sepamos algo más de "Plenos Poderes".

Conocí a César Pintado cuando coincidimos en el Curso de Introducción a la Defensa NBQ para Reservistas Voluntarios categoría Oficial, en Hoyo de Manzanares. El Observatorio de las Fuerzas de Reserva estaba empezando a rodar y le propuse colaborar en este proyecto. Nada inclinado a comprometerse a la ligera, hizo falta más de un intento para convencerle, pero en poco tiempo pasó a ser subdirector del Observatorio y editor de su versión internacional (Reserve Forces Intelligence). Además compagina esa labor con la colaboración en XXI Legio, pero la sorpresa saltaba cuando me reveló que estaba pendiente de publicar la primera novela con la Reserva Voluntaria como transfondo. Tras más de un año de espera, la novela verá finalmente la luz en mayo. Actualmente, César es alférez (RV), del Ejército de Tierra adscrito a la Unidad de Formación Paracaidista como traductor. Y aunque él se sonroja por modestia cuando se lo recuerdo, César es uno de los mayores expertos que hay en España sobre sistemas internacionales de reserva militar. Además, habla cuatro idiomas.

O.F.R.- ¿Qué te llevó a escribir tu primera obra, Plenos Poderes?
C.P.- La idea surgió de una serie de artículos en Fuerza Terrestre sobre el deterioro de la situación en Helmand, en Afganistán y los combates que había estado librando el contingente británico. Eso me llevó a pensar en qué pasaría si pasase algo parecido en la zona de responsabilidad española de la ASPFOR. También me había estado documentando sobre los esfuerzos del gobierno norteamericano por eliminar a Ben Laden. En cuanto a los viajes astrales, era algo que me fascinaba desde hacía años. De hecho, un íntimo amigo y suboficial reservista los ha experimentado. Puse esos ingredientes en una olla, empecé a poner cosas por escrito y trabajando me ha salido este guiso.
O.F.R.- ¿Qué la hace original?
C.P.- A la vista está. Desde luego no es la primera ficción sobre espionaje psíquico y no sorprende que sea la primera novela que trata el tema de la Reserva Voluntaria desde la perspectiva de la protagonista. Lo que sí ha sido una sorpresa es que no se haya escrito antes una novela sobre una misión exterior de nuestras Fuerzas Armadas. Se han escrito muchos libros, infinidad de artículos y hasta se ha hecho alguna película, pero me parece increíble que, tras más de 20 años de mandar tropas a todo el mundo, las vivencias de nuestros militares no hayan captado la imaginación de ningún novelista.
O.F.R.- ¿Habrá otras?
C.P.- Veamos primero como funciona esta. Creo que en las misiones exteriores y en la actual guerra contra el terrorismo hay todo un filón creativo. Incluir reservistas abre además nuevas posibilidades argumentales y genera mucho interés en un público objetivo ávido por crecer, en toda la extensión de la palabra.
Hay otras historias, pero si el público reservista pide más de lo mismo tras leer Plenos Poderes estaríamos preparados pasa satisfacer esa demanda. Está hablado con De Librum Tremens.
O.F.R.- ¿Desde cuándo escribes?
C.P.-
Empecé hace unos cinco años a esbozar mi primera novela, pero tuve que aparcar el proyecto por falta de tiempo y por no tener una editorial abierta a esta clase de historias. Da igual lo buena que sea la historia o las ganas que pongas, al final son las editoriales las que deciden lo que se publica o no. Tengo claro que sin De Librum Tremens, Plenos Poderes estaría en un cajón o languideciendo en los discos duros de unas pocas editoriales.
Con los artículos empecé hace aproximadamente año y medio, aunque ese es más un trabajo de análisis que creativo. Plenos Poderes tuvo una concepción rápida, comencé un 15 de enero, acabé un 4 de marzo (salvo un capítulo añadido en agosto) y lleva ya un año de gestación. Veremos como va el parto.
O.F.R.- ¿Se trata bien a los escritores en España?
C.P.- Creo que España trata a la mayoría de los escritores como la mayoría de los escritores tratan a España: fatal. Se publican unos 15.000 libros al año, pero el 90% aproximadamente son de escritores desconocidos que recurren a la autoedición con la esperanza de que alguien se fije en ellos.
Por otra parte, si nos fijamos en cualquier librería veremos que la mitad de los libros son iguales en todas partes. Si no se tiene el respaldo de una gran editorial o de un grupo mediático es extraordinariamente difícil ganarse la vida con las letras.
O.F.R.- ¿Por qué quisiste que la protagonista fuera reservista voluntaria?
C.P.- Como he dicho antes, la figura del reservista en operaciones abre grandes posibilidades al agudizar el contraste de personas normales que se enfrentan a situaciones extraordinarias. Que militar profesional se vea en vuelto en una situación de combate o cautiverio en Afganistán ya es dramático, pero que lo haga una administrativa de 38 años…
No obstante, creo que el fenómeno de la Reserva Voluntaria reclamaba una historia, una reivindicación si queremos verlo así, un golpe mediático y a la vez una pequeña inyección de moral. Humildemente, espero contribuir a ello.
O.F.R.- Tú mismo eres reservista, ¿qué te dicen sus amigos civiles de esta aventura?
C.P.- Al igual que otros reservistas, estoy acostumbrado a cierta soledad en ese aspecto. No hablo de esa faceta de mi vida con todos. A algunos les parece una excentricidad, a otros una afición como otra cualquiera, muchos preguntan disparates. No es que sólo un reservista pueda entender a otro, pero lo cierto es que se hace difícil comprender que alguien esté dispuesto a renunciar a sus vacaciones o a soportar molestias y sacrificios para servir un tiempo como militar.
He tenido vena militar casi toda mi vida, y desde mi experiencia puedo decir que en unos 15 ó 20 años la actitud de la mayor parte de los españoles hacia las FF.AA. ha pasado del antimilitarismo hacia una mezcla de curiosidad, ignoracia o simpatía. Muchos han “perdonado” a nuestros ejércitos al creer que se han reciclado en una disciplinada ONG. Por algo se empieza, pero es un error de concepto muy peligroso que he intentado plasmar en el relato.
O.F.R.- Además eres un escritor incansable sobre temas militares… ¿te sientes recompensando por tanto esfuerzo?
C.P.- (Ríe) Bueno, escribir, sobre todo en Internet, es como tirar piedras en el monte: puedes hacerlo toda la vida y sólo meter algo de ruido, puedes hacer daño a alguien si no tienes cuidado, y finalmente puedes provocar el principio de una avalancha y cambiar el paisaje. Sé que el Observatorio valora mi trabajo aquí y en Reserve Forces Intelligence, también me he sentido valorado en XXI Legio y varios compañeros han reconocido esa labor. Todo ello me anima mucho para seguir con los artículos y por ello he dedicado la novela a todos los miembros de la Reserva Voluntaria.
En cuanto a si he cumplido mi objetivo, que es ayudar a mejorar la Reserva Voluntaria mediante un think-tank útil para sus responsables y contribuyendo a la cultura militar de los compañeros, eso ya es más difícil de saber. Quizá el tiempo lo diga.
O.F.R.- ¿Qué función social cumple difundir la Cultura de Defensa?
C.P.- Esa función es crítica y debería haber comenzado mucho antes. España se ha mantenido al margen de ambas guerras mundiales, empezó a tener cierto papel en la OTAN cuando la Guerra Fría ya había acabado y hace muchos años que nuestro territorio no está amenazado. Nos hemos librado de muchos golpes, de otros no, pero nuestra trayectoria histórica ha llevado a muchos españoles a pensar que la defensa es un gasto superfluo. Lo cierto es que las amenazas a España son varias y muy reales: terrorismo nacionalista, terrorismo islámico, secesión, aspiraciones territoriales de Marruecos… Vivimos en un mundo más volátil de lo que pensábamos, pero tras años de obviar ese aspecto de la vida nacional nos encontramos con una ciudadanía que aún no está equipada para reaccionar ante estas amenazas.
Al español medio se le ha ido educando durante años en cosas que han servido para mejorar nuestra sociedad: conducir con prudencia, reciclar su basura, denunciar la violencia doméstica, defender sus derechos, ahorrar agua…pero no se le ha enseñado que su país, como su casa, necesitan ser protegidos. La antigua mili era cada vez más impopular, y el hecho de que ahora todos nuestros militares sean voluntarios ha distanciado psicológicamente aún más a nuestra sociedad de sus FF.AA. En los últimos años se ha hecho un gran esfuerzo en mejorar su imagen, y se ha conseguido, pero el español sigue sin pasar al siguiente nivel, que es asumir la defensa nacional como una necesidad. En ese sentido, los reservistas representan tanto un avance como un instrumento.
O.F.R.- ¿Cómo te gustaría que fuera la Reserva Voluntaria dentro de 10 años?
C.P.- Tras pasar cierto tiempo analizando las reservas de nuestros aliados, tengo claras ciertas tendencias y algunas necesidades. Espero que nuestro modelo de reserva ya esté consolidado entonces, no dentro de una generación, y que reúna unas características compatibles con nuestras posibilidades, pero también con nuestras responsabilidades. Al fin y al cabo, el Ministerio de Defensa podría desplegar hasta 7.700 militares en misiones exteriores, en cada vez más teatros y más dispersos; no lo veo posible a menos que se refuerce, y mucho, el componente de reserva.
Me gustaría ver una reserva de tipo europeo, que represente al menos el 10% del tamaño del componente activo, con diferentes categorías en función de la disponibilidad del reservista, integrada en nuestro tejido militar, útil y respetada. Una reserva que pudiese contribuir a las misiones exteriores, porque los empleos estarían protegidos; en la que el reservista no tuviese que comprometer su futuro laboral, ni sus ingresos, y en la que tuviese una proyección de futuro que optimizase su rendimiento a medida que evolucionase como militar.
Un modelo que combinase la reserva de especialistas con la de refuerzo de las unidades. En definitiva, una reserva militar que aprovechase todo lo que cada reservista pueda y quiera ofrecer. Otros países de nuestro entorno lo han hecho ya y me parece crucial que aprendamos tanto de sus aciertos como de sus errores.
O.F.R. - César, un millón de gracias y buena suerte con tu novela.
C.P.- A vosotros

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