jueves, 17 de septiembre de 2009

Presentación en Murcia de Plenos Poderes


El próximo jueves 24 de septiembre a las 20:00 tendrá lugar en la Biblioteca Regional de Murcia la presentación de Plenos Poderes. Además de un servidor acudirán al acto Alberto Pertejo-Barrena, editor y autor, y el Tcol. Agustín Donaire González.


Esta es la invitación al acto, aunque la entrada es libre. La Biblioteca Regional está en la Av. Juan Carlos I, nº17 (junto al centro de ocio Zig-Zag).


Quedan todos cordialmente invitados, especialmente los reservistas de Murcia.

martes, 30 de junio de 2009

El JEMAD ya tiene Plenos Poderes


Es casualidad, pero también en Plenos Poderes el JEMAD es un general del aire.

jueves, 25 de junio de 2009

La Ministra de Defensa ya tiene su ejemplar




No se si le lo leerá, pero al menos ya tiene un motivo para acordarse para bien de los reservistas.Que alguien se lo va a leer es seguro, el ministerio siempre anda atento a indiscreciones, críticas a la autoridad, filtraciones grandes o pequeñas y demás pecadillos literarios.




Lejos de arrimar el ascua a ninguna sardina, he procurado cuidar la higiene ideológica de Plenos Poderes. No se menciona PP ni PSOE, ya que entiendo que la gran dicotomía de las misiones exteriores españolas es más un problema cultural que político.




Creo que las generaciones futuras, al volver la vista a esta época de lucha contra el terrorismo, considerarán que en estos años estamos librando la III Guerra Mundial. Los que luchaban en la Primera tampoco la llamaron así hasta muchos años después. No me preocupa la denominación del conflicto. Lo que sí me preocupa y mucho es si esas generaciones pensarán que España hizo todo lo que pudo para salvaguardar la seguridad del mundo y evitar una nueva Edad Media.




En fin, simplemente espero que guste a quien la lea. Si además hago pensar un poco incidiendo en aspectos como la infradotación de nuestras misiones o el peligro que representa para nuestro mundo el terrorismo islámico me daré por satisfecho.


Gracias por su misiva, Sra. Ministra.

martes, 16 de junio de 2009

Bob recibe instrucciones


Fort Belvoir, Virginia. 10 de septiembre. 18:23.

Bob había recibido una breve llamada del coronel Rawlins a primera hora de la mañana ordenándole que se quedase un rato más tras terminar la jornada porque necesitaba comentarle el resultado de la última reunión en Langley. Había asistido como backseater del director de la DIA, que, como los demás directores de las principales agencias, había sido convocado por el DCI para informarles del resultado de la reunión con la presidenta Anderson. Fuese lo que fuese prometía ser algo gordo.
Finalmente vio por una cristalera de la oficina que su superior llegaba en uno de los coches eléctricos que habían empezado a usar en la base para los trayectos cortos. Venía directamente del helipuerto y era una de las pocas ocasiones en que veía a su jefe en uniforme de representación.
Aquel hombre con gafas y con la cara ensombrecida por la preocupación entró en el edificio de ladrillo y encontró a Bob sirviéndose un café en el pasillo.
- Buenas tardes. ¿Café, coronel?
- No, y tú tampoco lo necesitarás. Demos un paseo –respondió lacónicamente.
- De acuerdo, deme un segundo.
Bob cerró con llave su despacho y acompañó al coronel al exterior. Se alejaron unos doscientos metros y llegaron a una zona ajardinada donde a esas horas no podían ser vistos por nadie salvo por el escaso personal de guardia o algún empleado de mantenimiento.
- Usted dirá, coronel.
- El DCI nos ha dicho que debemos empezar a eliminar a los miembros de al Qaeda estén donde estén.
- Pensaba que ya lo estábamos haciendo.
- No, Bob. Me refiero es que se ha abierto la veda para eliminar físicamente a Ben Laden y a sus colaboradores por todos los medios disponibles. La orden para la localización sigue siendo general, pero las nuevas directivas sólo las conocen los directores y algunas personas clave, que no deben ser más de cincuenta.
- Ya, bueno, ¿y qué esperan que hagamos al cabo de de más de siete años que no hayamos hecho ya? No esperarán que empiecen a caer Ben Laden y toda su pandilla de un día para otro sólo porque en la Casa Blanca necesiten darle carpetazo al asunto.
- Te digo lo que hay. Nos han pedido que ampliemos nuestro…¿cómo lo llamó Galli?...espectro de actuación. El caso es que como pillamos a Sadam, a los hijos, a al Zarqawui y los demás ahora creen que podemos encontrar a cualquiera.
- ¿Y la CIA? ¿Nos pasa el balón por las buenas?
- No es eso, Bob. Cada uno localizará y eliminará a quien pueda, y la CIA irá a por los que tenga en su punto de mira. Pero el premio gordo está en nuestro patio y nos toca a nosotros. Esto va a llamarse Proyecto Greengrass –continuó tras una pausa. Hay una lista de objetivos por orden de prioridad que recibirán un nombre clave, el nombre del proyecto seguido de una letra y un número de dos cifras.
- No se han partido la cabeza. Aunque se lo que va a pasar. Cada uno se guardará su información, habrá varias agencias detrás de los mejores bocados y nadie querrá ocuparse de roer huesos –dijo Bob retrepándose en el banco donde se habían sentado.
- Parece que la presidenta ha sido tajante con eso. El director cuya agencia oculte información a las demás será cesado inmediatamente, y en cuanto a los objetivos tenemos la preponderancia en Asia Central aunque no estaremos solos.
- Coronel ¿no le parece esto un regalo envenenado? ¿Qué va a pasar cuando pase el tiempo y no podamos ir poniendo cruces en la lista de Langley? Señor, con todo respeto, no entiendo como ha podido verse envuelto en este…proyecto que sabe que no puede funcionar. Esto se va a saber y se desharán de usted como del pescado viejo.
Rawlins se relajó en aquel banco y se tomó un momento para mirar aquellos abedules mecidos por el viento. Era una bonita tarde de finales de verano y su mujer le esperaba en casa para contarle que su hija Barbara había decidido coger aquel trabajo en Atlanta. Pensaba a menudo en qué condiciones estaba si algún día su Creador decidía no renovarle el contrato. Se encogió de hombros y empezó a responder a aquel hombre con el que tenía compartir esa nueva carga.
- Bob, todos tenemos fecha de caducidad. Ya sabes que estuve con los Deltas en Mogadiscio aquel día de octubre en que casi nos dan pasaporte a todos. Cuando tuvimos que salir por la tarde a intentar rescatar a los que habían quedado atrapados en Bakara todos dejamos nuestras cartas de despedida a alguien que conocíamos. Nadie contaba con salir con vida tras ver llegar aquella caravana de Humvees acribillados. Yo había escrito la mía antes, pero no se la había dado a nadie. Escribí una nota a mi mujer y a mis hijos diciéndoles que les quería y que me perdonasen por lo que les había obligado a pasar. El hecho de considerarme muerto me hizo encontrar cierta paz, y cuando volví con ellos consideré el resto de mi vida como una prórroga. Todo es más sencillo cuando asumes que algún día llegará tu final, éstés preparado o no. Lo que te preocupa entonces es como te recordarán y como te verás a ti mismo cuando acabe todo.
Bob guardó silencio y miró a aquel hombre complejo de quien no se esperaba ese arrebato sentimental. Posiblemente era la ocasión en que le había dirigido más palabras seguidas.
- Así están las cosas, comandante. Algo se nos ocurrirá.
Se levantaron y se encaminaron juntos en silencio al edificio de ladrillo.

miércoles, 3 de junio de 2009

Camp Arena. Herat, Afganistán. 30 de agosto. 11:53.



El coronel Macías empezaba a notar la sacudida del viento a medida que el Cougar de las FAMET iba perdiendo altitud para posarse en la pista habilitada para pequeña parada. Era un mediodía en agosto, y aunque la altitud aliviaba un poco el calor, no hizo que su segundo mandase firmes a las tropas formadas hasta el último momento. Sabía que muchos, especialmente los infantes, acumulaban ya mucho cansancio y poco humor. Lo mismo que él.
Un mes, pensó. Han esperado un jodido mes para demostrar lo mucho que se preocupan por nosotros. Al menos mandaron tres semanas atrás otros dos Cougar para reforzar el componente aéreo de la agrupación táctica después de que se cerrase definitivamente la ruta terrestre a Qala-i-Naw. Había solicitado el envío urgente de tres HA-28 Tigre para apoyo aéreo cercano, especialmente ahora que los americanos no estarían allí para proporcionarlo, pero el JEMAD arguyó que dada la situación política podría dar un mensaje equivocado a la opinión pública y resultar provocador para los líderes locales.
- Bueno, acabemos con esto –mascullo a su segundo.
El helicóptero se había posado y las palas seguían girando cuando el ministro de defensa, Raúl Soto, bajó de un salto desde la puerta ataviado con lo que venía siendo la vestimenta de campaña para los políticos en verano: botas de lona, pantalones y camisa de algodón de color claro, gafas de sol y una kafiya, el conocido como pañuelo palestino. Le siguió el JEMAD, el general del Ejército del Aire Alejandro Dávila, éste con mono de piloto color arena y gorro azul. El coronel salió a su encuentro.
- A la orden de vuecencia, señor ministro –dijo cuadrándose.
- Buenos días. Veo que lo que es sol no les falta.
- Eso es verdad. Si le parece bien pasamos revista a las tropas y vamos dentro para que vea las mejoras que hemos hecho. Hemos preparado un vino para dentro de una hora.
- Estupendo, vamos a ello.
Era un día de trabajo cualquiera a pesar de ser domingo, y apenas habían podido reunir sesenta efectivos para la formación sacando de sus puestos a cocineros, oficinistas y mecánicos. Casi todo el personal de la I Bandera Paracaidista estaba realizando algún servicio de escolta y seguridad. Las bajas sufridas el mes anterior habían sido repuestas, pero sabían de la negativa a enviar helicópteros Tigre y se sentían dolidos y frustrados.
Finalmente, el coronel llevó a sus invitados al interior de un edificio donde, ante una maqueta, explicó al ministro y al JEMAD las nuevas medidas que habían adoptado.
- Como puede ver hemos doblado el número de radares Arine en nuestro perímetro y hacemos salidas diarias con el Searcher, que es monitorizado desde esta habitación –dijo señalando un pequeño anexo de la maqueta. No obstante hemos estado realizando patrullas terrestres con personal del GOE III. Nuestro problema ahora es que, aunque los dos Cougar adicionales han sido un alivio temporal, nuestras necesidades logísticas han aumentado más que nuestra capacidad de transporte y de autodefensa.
- ¿Cómo es eso?
- Pues hemos tenido que aumentar la capacidad de nuestra pista, traer más repuestos y combustible, alojar más personal…pero la capacidad añadida de los dos Cougar no suple la capacidad de transporte terrestre hacia el PRT sin la que nos hemos quedado.
El general Dávila hizo una señal a su ayudante, que invitó al equipo de TVE a que le acompañasen para tomar algunas imágenes de las instalaciones y recoger algunos testimonios. Mientras se iban, el coronel Macías les hizo un gesto para que le siguieran. Una vez en su despacho, los cuatro hombres tomaron asiento.
- Señor ministro, creo que no estamos en condiciones de desarrollar nuestra misión con seguridad a menos que contemos con apoyo aéreo cercano –dijo finalmente el coronel.
- ¿Qué apoyo necesitaría? –preguntó el general Dávila.
- Para este sector no estaría mal una escuadrilla de F/A-18, pero nos apañaríamos con algo más modesto. Ya que este es el sector más alejado y que los americanos se han desentendido de él no podemos seguir contando con sus Apache. No queda más remedio que arreglárnoslas solos, pero el apoyo más cercano de esa clase es de los holandeses y están al límite de sus posibilidades.
- ¿Y…?
- Pues que si nos vemos atacados aquí, y no digamos en el PRT, no tenemos prácticamente nada. Las MG-3 de los Cougar y nada más. Necesitamos al menos dos Tigre de forma permanente.
- Macías, creo que ya hablamos de eso –terció el general. Nos gustaría ayudarle pero en este momento lo que nos pide no es viable. Para empezar, el Tigre se encuentra aún en fase de entrega.
Macías sacudió la cabeza despacio, dividido entre la incredulidad y la frustración. Las primeras unidades se habían recibido tres años antes, y el BHELA I contaba ya con doce aparatos. Estaba claro que no se los iban a dar.
- Mire, coronel –quiso atajar el ministro. La realidad es que no tenemos el apoyo de los medios ni de la opinión pública. Y si no, mire. Sólo hemos podido traernos a Televisión Española. La gente cada vez ve más a Afganistán como otro Iraq y está deseando olvidarse de esto. Izquierda Unida ha hecho de la retirada de las tropas su bandera y blasón, los nacionalistas pasan, como siempre, y la oposición no pide la retirada, pero nos patea con esto cada vez que puede. Estamos obligados a seguir aquí por la OTAN y nada más; la gente tolera que mandemos tropas en misiones humanitarias y se conmueve con las fotos de los soldados repartiendo comida a niños famélicos, pero ese apoyo se esfuma en cuanto empieza a ver que nos mezclamos en una guerra civil en un país tercermundista. Es como en Ruanda o Somalia. No podemos dar la impresión de que vamos a una guerra.
- ¿Aunque ya estemos?
- Es duro, pero así es. Sólo le pido que haga lo que pueda con lo que hay, y si dado el momento no podemos seguir sosteniendo el PRT pues habrá que clausurarlo. De todas maneras, al irse los americanos empezará la desbandada.
Aquel veterano de cuatro misiones miró a los ojos a sus interlocutores y se dio cuenta de la inutilidad de argumentar nada más. Se preguntó con cuantos muertos acabaría la misión de España en Afganistán antes de abandonar a su suerte a aquellos afganos que habían empezado a mirar a los soldados españoles con respeto, y a veces simpatía. Se miró el reloj.
- Es la una menos diez. ¿Vamos ya al vino?

lunes, 4 de mayo de 2009

YA A LA VENTA PLENOS PODERES, LA PRIMERA NOVELA DE LA RESERVA VOLUNTARIA


La editorial De Librum Tremens, pionera en España en obras de temática militar, acaba de publicar la primera novela sobre una misión exterior y protagonizada por una reservista voluntaria.

Plenos Poderes es el primer trabajo de ficción de César Pintado, colaborador habitual de medios especializados en reservismo como XXI Legio, el Observatorio de la Reserva y Reserve Forces Intelligence.

Una nueva estrategia del gobierno norteamericano pretende cambiar el curso de la guerra contra el terrorismo. El contingente español es el primer obstáculo en la agenda de un Ben Laden que espera su oportunidad para expulsar a los infieles de Afganistán. Los ataques se suceden y la situación se deteriora. Pilar, una reservista valenciana, descubre algo sobre sí misma que cambiará su vida para siempre.

Agencias de inteligencia, equipos de operaciones especiales, terrorismo islámico, maniobras de despacho y dramas personales se mezclan en un relato que nos lleva desde Washington hasta Peshawar en un crescendo de acción y suspense hasta su electrizante final.

Se prevé Plenos Poderes esté a la venta a finales de mayo. También está disponible en http://www.delibrumtremens.com/.

lunes, 13 de abril de 2009

Entrevista del Observatorio de Fuerzas de la Reserva

Por Carlos González de Escalada.

La Reserva Voluntaria ya tiene su primera novela y ha surgido de la cantera del Observatorio. Es por ello que en esta ocasión dirigimos nuestras preguntas a uno de nuestros colaboradores. Sepamos algo más de "Plenos Poderes".

Conocí a César Pintado cuando coincidimos en el Curso de Introducción a la Defensa NBQ para Reservistas Voluntarios categoría Oficial, en Hoyo de Manzanares. El Observatorio de las Fuerzas de Reserva estaba empezando a rodar y le propuse colaborar en este proyecto. Nada inclinado a comprometerse a la ligera, hizo falta más de un intento para convencerle, pero en poco tiempo pasó a ser subdirector del Observatorio y editor de su versión internacional (Reserve Forces Intelligence). Además compagina esa labor con la colaboración en XXI Legio, pero la sorpresa saltaba cuando me reveló que estaba pendiente de publicar la primera novela con la Reserva Voluntaria como transfondo. Tras más de un año de espera, la novela verá finalmente la luz en mayo. Actualmente, César es alférez (RV), del Ejército de Tierra adscrito a la Unidad de Formación Paracaidista como traductor. Y aunque él se sonroja por modestia cuando se lo recuerdo, César es uno de los mayores expertos que hay en España sobre sistemas internacionales de reserva militar. Además, habla cuatro idiomas.

O.F.R.- ¿Qué te llevó a escribir tu primera obra, Plenos Poderes?
C.P.- La idea surgió de una serie de artículos en Fuerza Terrestre sobre el deterioro de la situación en Helmand, en Afganistán y los combates que había estado librando el contingente británico. Eso me llevó a pensar en qué pasaría si pasase algo parecido en la zona de responsabilidad española de la ASPFOR. También me había estado documentando sobre los esfuerzos del gobierno norteamericano por eliminar a Ben Laden. En cuanto a los viajes astrales, era algo que me fascinaba desde hacía años. De hecho, un íntimo amigo y suboficial reservista los ha experimentado. Puse esos ingredientes en una olla, empecé a poner cosas por escrito y trabajando me ha salido este guiso.
O.F.R.- ¿Qué la hace original?
C.P.- A la vista está. Desde luego no es la primera ficción sobre espionaje psíquico y no sorprende que sea la primera novela que trata el tema de la Reserva Voluntaria desde la perspectiva de la protagonista. Lo que sí ha sido una sorpresa es que no se haya escrito antes una novela sobre una misión exterior de nuestras Fuerzas Armadas. Se han escrito muchos libros, infinidad de artículos y hasta se ha hecho alguna película, pero me parece increíble que, tras más de 20 años de mandar tropas a todo el mundo, las vivencias de nuestros militares no hayan captado la imaginación de ningún novelista.
O.F.R.- ¿Habrá otras?
C.P.- Veamos primero como funciona esta. Creo que en las misiones exteriores y en la actual guerra contra el terrorismo hay todo un filón creativo. Incluir reservistas abre además nuevas posibilidades argumentales y genera mucho interés en un público objetivo ávido por crecer, en toda la extensión de la palabra.
Hay otras historias, pero si el público reservista pide más de lo mismo tras leer Plenos Poderes estaríamos preparados pasa satisfacer esa demanda. Está hablado con De Librum Tremens.
O.F.R.- ¿Desde cuándo escribes?
C.P.-
Empecé hace unos cinco años a esbozar mi primera novela, pero tuve que aparcar el proyecto por falta de tiempo y por no tener una editorial abierta a esta clase de historias. Da igual lo buena que sea la historia o las ganas que pongas, al final son las editoriales las que deciden lo que se publica o no. Tengo claro que sin De Librum Tremens, Plenos Poderes estaría en un cajón o languideciendo en los discos duros de unas pocas editoriales.
Con los artículos empecé hace aproximadamente año y medio, aunque ese es más un trabajo de análisis que creativo. Plenos Poderes tuvo una concepción rápida, comencé un 15 de enero, acabé un 4 de marzo (salvo un capítulo añadido en agosto) y lleva ya un año de gestación. Veremos como va el parto.
O.F.R.- ¿Se trata bien a los escritores en España?
C.P.- Creo que España trata a la mayoría de los escritores como la mayoría de los escritores tratan a España: fatal. Se publican unos 15.000 libros al año, pero el 90% aproximadamente son de escritores desconocidos que recurren a la autoedición con la esperanza de que alguien se fije en ellos.
Por otra parte, si nos fijamos en cualquier librería veremos que la mitad de los libros son iguales en todas partes. Si no se tiene el respaldo de una gran editorial o de un grupo mediático es extraordinariamente difícil ganarse la vida con las letras.
O.F.R.- ¿Por qué quisiste que la protagonista fuera reservista voluntaria?
C.P.- Como he dicho antes, la figura del reservista en operaciones abre grandes posibilidades al agudizar el contraste de personas normales que se enfrentan a situaciones extraordinarias. Que militar profesional se vea en vuelto en una situación de combate o cautiverio en Afganistán ya es dramático, pero que lo haga una administrativa de 38 años…
No obstante, creo que el fenómeno de la Reserva Voluntaria reclamaba una historia, una reivindicación si queremos verlo así, un golpe mediático y a la vez una pequeña inyección de moral. Humildemente, espero contribuir a ello.
O.F.R.- Tú mismo eres reservista, ¿qué te dicen sus amigos civiles de esta aventura?
C.P.- Al igual que otros reservistas, estoy acostumbrado a cierta soledad en ese aspecto. No hablo de esa faceta de mi vida con todos. A algunos les parece una excentricidad, a otros una afición como otra cualquiera, muchos preguntan disparates. No es que sólo un reservista pueda entender a otro, pero lo cierto es que se hace difícil comprender que alguien esté dispuesto a renunciar a sus vacaciones o a soportar molestias y sacrificios para servir un tiempo como militar.
He tenido vena militar casi toda mi vida, y desde mi experiencia puedo decir que en unos 15 ó 20 años la actitud de la mayor parte de los españoles hacia las FF.AA. ha pasado del antimilitarismo hacia una mezcla de curiosidad, ignoracia o simpatía. Muchos han “perdonado” a nuestros ejércitos al creer que se han reciclado en una disciplinada ONG. Por algo se empieza, pero es un error de concepto muy peligroso que he intentado plasmar en el relato.
O.F.R.- Además eres un escritor incansable sobre temas militares… ¿te sientes recompensando por tanto esfuerzo?
C.P.- (Ríe) Bueno, escribir, sobre todo en Internet, es como tirar piedras en el monte: puedes hacerlo toda la vida y sólo meter algo de ruido, puedes hacer daño a alguien si no tienes cuidado, y finalmente puedes provocar el principio de una avalancha y cambiar el paisaje. Sé que el Observatorio valora mi trabajo aquí y en Reserve Forces Intelligence, también me he sentido valorado en XXI Legio y varios compañeros han reconocido esa labor. Todo ello me anima mucho para seguir con los artículos y por ello he dedicado la novela a todos los miembros de la Reserva Voluntaria.
En cuanto a si he cumplido mi objetivo, que es ayudar a mejorar la Reserva Voluntaria mediante un think-tank útil para sus responsables y contribuyendo a la cultura militar de los compañeros, eso ya es más difícil de saber. Quizá el tiempo lo diga.
O.F.R.- ¿Qué función social cumple difundir la Cultura de Defensa?
C.P.- Esa función es crítica y debería haber comenzado mucho antes. España se ha mantenido al margen de ambas guerras mundiales, empezó a tener cierto papel en la OTAN cuando la Guerra Fría ya había acabado y hace muchos años que nuestro territorio no está amenazado. Nos hemos librado de muchos golpes, de otros no, pero nuestra trayectoria histórica ha llevado a muchos españoles a pensar que la defensa es un gasto superfluo. Lo cierto es que las amenazas a España son varias y muy reales: terrorismo nacionalista, terrorismo islámico, secesión, aspiraciones territoriales de Marruecos… Vivimos en un mundo más volátil de lo que pensábamos, pero tras años de obviar ese aspecto de la vida nacional nos encontramos con una ciudadanía que aún no está equipada para reaccionar ante estas amenazas.
Al español medio se le ha ido educando durante años en cosas que han servido para mejorar nuestra sociedad: conducir con prudencia, reciclar su basura, denunciar la violencia doméstica, defender sus derechos, ahorrar agua…pero no se le ha enseñado que su país, como su casa, necesitan ser protegidos. La antigua mili era cada vez más impopular, y el hecho de que ahora todos nuestros militares sean voluntarios ha distanciado psicológicamente aún más a nuestra sociedad de sus FF.AA. En los últimos años se ha hecho un gran esfuerzo en mejorar su imagen, y se ha conseguido, pero el español sigue sin pasar al siguiente nivel, que es asumir la defensa nacional como una necesidad. En ese sentido, los reservistas representan tanto un avance como un instrumento.
O.F.R.- ¿Cómo te gustaría que fuera la Reserva Voluntaria dentro de 10 años?
C.P.- Tras pasar cierto tiempo analizando las reservas de nuestros aliados, tengo claras ciertas tendencias y algunas necesidades. Espero que nuestro modelo de reserva ya esté consolidado entonces, no dentro de una generación, y que reúna unas características compatibles con nuestras posibilidades, pero también con nuestras responsabilidades. Al fin y al cabo, el Ministerio de Defensa podría desplegar hasta 7.700 militares en misiones exteriores, en cada vez más teatros y más dispersos; no lo veo posible a menos que se refuerce, y mucho, el componente de reserva.
Me gustaría ver una reserva de tipo europeo, que represente al menos el 10% del tamaño del componente activo, con diferentes categorías en función de la disponibilidad del reservista, integrada en nuestro tejido militar, útil y respetada. Una reserva que pudiese contribuir a las misiones exteriores, porque los empleos estarían protegidos; en la que el reservista no tuviese que comprometer su futuro laboral, ni sus ingresos, y en la que tuviese una proyección de futuro que optimizase su rendimiento a medida que evolucionase como militar.
Un modelo que combinase la reserva de especialistas con la de refuerzo de las unidades. En definitiva, una reserva militar que aprovechase todo lo que cada reservista pueda y quiera ofrecer. Otros países de nuestro entorno lo han hecho ya y me parece crucial que aprendamos tanto de sus aciertos como de sus errores.
O.F.R. - César, un millón de gracias y buena suerte con tu novela.
C.P.- A vosotros

sábado, 4 de abril de 2009


Camp Arena, Herat. 20 de mayo. 15:56.

El segundo Cougar empezaba a posarse levantando una polvareda que obligaba a usar gafas de protección y a cubrirse la cara con pañuelos al personal que trabajaba cerca de la pista. Era la primera vez que Pilar volaba en helicóptero y lo cierto es que no había disfrutado de la experiencia. Había sido un largo vuelo que los había traído desde el aeropuerto de Kabul, a más de 600 kilómetros, gran parte del mismo en modo táctico, con fuertes giros y oscilaciones. Pilar no dejaba de pensar todo el vuelo en aquel Cougar supuestamente estrellado en agosto de 2005 con sus 17 ocupantes. Por ello se sintió animada por la vista de los edificios de Camp Arena desde el aire.
Era el final de un viaje largo y no muy cómodo que se alargó durante más de un día. Aunque pensaban que saldrían de la Base Aérea de Getafe en algún C-130, el MATRANS encontró que, dada la cantidad de personal de la ASPFOR que provenía de unidades de Valencia, era más conveniente transportarles por separado desde el aeropuerto de Manises. El día 19, a las 11:00, embarcó en un Boeing 707 un grupo compuesto por personal del RINT, del BHELMA II, del RETAC XXI, de la UALOG XXXI y del Batallón CIMIC. Tras repostar en el aeropuerto de Son Sant Joan, el vuelo duró 10 horas hasta el aeropuerto de Manás, en Kirguizistán. Ya que la mayoría no pudo dormir, la parte cómoda del viaje transcurrió entre charlas, películas y lecturas de libros y revistas. Pilar llevaba unos pocos libros, su ordenador portátil, su inseparable Mp3 y un buen surtido de películas y música bajadas de Internet. Llegaron a Manás en plena madrugada, donde les esperaba un C-130 que les llevaría en dos viajes al aeropuerto de Kabul. Una vez allí tuvieron que esperar varias horas en la sala de tránsito a la espera del Cougar. No estaba segura si iría por tierra o aire. Ya que el vuelo había traído a personal especialista y su equipaje, se decidió llevarles lo antes posible a Herat y dejar la ruta por tierra para el equipo más pesado.
De momento, el vuelo en el C-130 le había resultado menos cómodo, pero Pilar pensó que les ayudaba a entrar en situación, especialmente cuando la maniobra de aproximación se realizó en modo táctico por el peligro de SAM. Llevaban ya sus uniformes de clima árido, sus mochilas y sus G-36. Finalmente llegaron dos Cougar y se separaron en grupos. Confiaban en que los holandeses o los americanos les ayudasen en el transporte con sus CH-47E Chinook, pero Pilar estaba en el segundo grupo de veinte que subió rápidamente a uno de los helicópteros españoles. Este se elevó y picó el morro al coger velocidad en dirección al oeste.
El vuelo final duró más de tres horas, durante las cuales Pilar intentó luchar contra el mareo con la música de sus auriculares y mirando por la escotilla. A medida que sobrevolaban los paisajes que les ofrecía la geografía del centro de Afganistán, Pilar se sintió sobrecogida por la belleza salvaje de las montañas del centro, los valles verdes y profundos, y todo el rato con los vestigios de treinta años de sucesivas guerras. Por todas partes veía blindados quemados, restos de helicópteros derribados y de edificios destruidos. La población rural, si la otra podía considerarse urbana, parecía agruparse en aldeas desperdigadas de entre cien y doscientas casas, y todas le parecían iguales. Aún veía mujeres con el burka, pero de momento a ningún hombre tocado con el temible turbante negro de los talibanes.
El Cougar tocó el suelo y tras un instante el ametrallador de la puerta les dio la señal para que bajasen. Pilar saltó con su G-36 en la mano y cogió su mochila del suelo del helicóptero. Un soldado les indicaba la entrada a un edificio de hormigón, en cuyo interior iban acumulándose personal y material. A los que iban pasando los hicieron pasar a un comedor, donde dejaban las mochilas junto a las paredes y se reunían por el centro. Al cabo de unos minutos apareció una chica alta de unos veintitantos que se dirigió al final de la parte alargada de la sala.
- Buenos días a todos y bienvenidos a Camp Arena. Soy la cabo 1º Luaces y seré la encargada de su recepción. Cuando hayan llegado todos el coronel se dirigirá a ustedes, pero eso será mañana o pasado. De momento les vamos a separar por unidades, llevarles a su alojamiento para que se instalen y orientarles para que puedan moverse por la base. A ver, ¿los de CIMIC?
Cuatro brazos se levantaron.
- Barea, llévatelos y les explicas donde está todo. De todas maneras, todos ustedes encontrarán en sus alojamientos unas hojas con información útil y un plano de la base. Sigamos. ¿Logística?
- Aquí –dijo un alférez rodeado de dieciocho brazos.
- Herrera, éstos se van contigo. ¿Transmisiones?
- Creo que aún no ha llegado ninguno –dijo Pilar tras mirar por la sala.
- ¿Y usted es…?
- Inteligencia. Creo que de momento estoy sola.
- Pues véngase conmigo, está muy cerca. El resto esperen aquí, por favor. Vendremos enseguida.Pilar se echó al hombro su enorme mochila y cogió su G-36, lo que con la cara que traía tras aquel viaje y el arrugado uniforme de clima árido le daba un aire, si no amenazador...(hasta ahí enseño).

miércoles, 25 de marzo de 2009

Conferencia de prensa del Gobierno tras el ataque a Qala-i-Naw


Palacio de la Moncloa, Madrid. 1 de febrero. 15:00.

Los murmullos en la sala de prensa decrecían rápidamente cuando apareció el portavoz del gobierno. Un funcionario hizo una señal a los equipos de Televisión Española señalándose el reloj y levantando su dedo índice. La sala estaba iluminada y todas las miradas y las cámaras se dirigían al atril de madera con micrófonos. El fondo era azul y tenía las banderas española y de la Unión Europea. El gabinete de prensa había anunciado una comparecencia del presidente del gobierno Ignacio Olmo coincidiendo con la hora de inicio de los principales informativos. Otras cadenas interrumpieron sus programaciones y conectaron con sus enviados a la Moncloa.
El presidente hizo su aparición por la izquierda y sin mediar palabra se dirigió al atril, donde ordenó unos folios con anotaciones que había realizado esa mañana con el ministro de defensa. Su vestimenta era la ya invariable de los miembros masculinos del Ejecutivo: zapatos negros, traje azul oscuro con camisa blanca y una corbata que por la gravedad de la ocasión era negra. Su expresión era de severidad, aunque no llegaba a ofrecer la imagen de un hombre resuelto, sino más bien irritado. Se aclaró brevemente la voz y empezó.
- Buenas tardes. Como ya sabrán, el pasado día 29 nuestras tropas destinadas al Equipo de Reconstrucción Provincial de Qala-i-Naw fueron atacadas por elementos no identificados de la guerrilla talibán. Como resultado de ese ataque perdieron la vida cinco de nuestros militares y doce afganos, nueve de ellos niños. También hubo que lamentar diez heridos españoles y veintiún afganos. El ataque fue rápidamente repelido por las tropas acantonadas en Qala-i-Naw con el apoyo de tres helicópteros que acudieron rápidamente en su ayuda desde la Base de Apoyo Avanzado en Herat y que evacuaron a los heridos en cuanto la situación lo hizo posible.
Hizo una pausa de unos diez segundos para observar la primera reacción de los periodistas. Todo el mundo tenía un aire serio y expectante.
- La participación española en la ISAF no ha sido fácil en los últimos meses y el gobierno es consciente de las dificultades que encuentran nuestros soldados para cumplir su misión. También es consciente de que algunos partidos del arco parlamentario y algunos medios se han manifestado en contra de nuestra permanencia en la Operación Libertad Duradera –dijo levantando levemente las manos del atril. Sin embargo, creemos que la labor humanitaria que desarrollan en la provincia de Herat es vital para la población y que así lo entiende la inmensa mayoría de los españoles. Esta mañana he hablado con el enviado especial de la Unión Europea a Afganistán y con el secretario general de la OTAN y hemos estado de acuerdo en que España debe mantener su presencia en Afganistán.
Se produjo una avalancha de flashes y un murmullo generalizado en la sala. Algunas manos de periodistas se levantaron para preguntar, pero el presidente prosiguió.
- Hemos decidido reforzar el contingente en Afganistán con unos efectivos de entre 300 y 400 elementos. Esperamos con ello acelerar la labor de instrucción del ejército afgano y garantizar la seguridad de nuestros soldados y de su área de responsabilidad en el menor plazo posible. De todo ello se ha informado puntualmente al líder de la oposición, y por supuesto a S.M. el Rey Don Juan Carlos, y ambos se han mostrado de acuerdo en apoyar a nuestros soldados con todos los medios necesarios. No me queda más que transmitir mi más sentido pésame y el de todos los miembros del gobierno a las familias de los fallecidos, españoles y afganos, a la vez que desear a los heridos una pronta recuperación. Gracias a todos.
Durante mucho tiempo no se permitió a los periodistas hacer preguntas en las ruedas de prensa, menos aún cuando se producían bajas en las misiones exteriores. Sin embargo, la creciente presión de las asociaciones de prensa hizo que el jefe del gabinete de prensa se replantease esa política de comunicación y aconsejó al presidente que esta vez respondiese al menos a las preguntas de los periodistas a los que él diese pie. Se dio por terminada la alocución y mientras no cesaba la traca de flashes, más manos se levantaron entre el cuerpo de prensa. El jefe de prensa del gobierno hizo una señal a un periodista de la primera fila.
- Señor presidente. ¿Cuándo saldrán esos refuerzos y qué armamento adicional llevarán consigo?
- El traslado de las tropas será gradual, pero esperamos que los primeros lleguen antes de fin de mes. En cuanto al equipo está previsto aumentar el número de vehículos antiminas, pero no vemos necesario ningún cambio cualitativo.
Otra mano se levantó entre otras muchas y una reportera recibió la misma señal.
- ¿Es verdad que el ataque estaba coordinado con el interior del PRT y que la explosión de la escuela se debió a un atentado suicida?
- No hay ninguna evidencia que nos haga pensar que los atacantes contasen con ayuda del interior. En cuanto a la explosión, parece que fue provocada por una granada al caer sobre un grupo electrógeno, de ahí su potencia, pero no hubo ningún atentado suicida.
Otro reportero aprovechó una pausa y se puso directamente en pie.
- Señor presidente, ¿es verdad que tras el ataque a la columna este verano el jefe de la base en Herat solicitó el envío de armamento pesado y de helicópteros de combate y que éstos le fueron denegados?
- Hace unos cinco meses, como recordarán, el ministro de defensa y el jefe de estado mayor, el general Dávila, viajaron a Herat para entrevistarse con el coronel jefe de la agrupación y saber cuales eran sus necesidades. Los tres llegaron a la conclusión de que tras el envío de dos helicópteros adicionales para abastecer el PRT por aire disponían de los medios que consideraban necesarios. Les recuerdo que la intervención de esos helicópteros fue determinante para repeler el ataque y evacuar a los heridos, lo que nos indica que su envío no fue nada desacertado.
Un veterano periodista levantó la mano y esta vez fue el presidente quien le dio pie, animado por su propia habilidad.
- Tengo dos cuestiones. ¿No cree que enviar tan pocas tropas y con un equipo insuficiente nos convierte en el eslabón débil de la ISAF y por qué no se ha permitido a ningún medio de comunicación ajeno al gobierno ir a las bases de Herat o de Qala-i-Naw?
- Para empezar –dijo el presidente apoyando las manos en los lados del atril, no se ha creído oportuna la presencia de los medios de comunicación porque la situación no nos permite por el momento garantizar su seguridad. En cuanto al equipo y al número de tropas han sido los aprobados en el Congreso de los Diputados y los que corresponden a una misión humanitaria de sus características.
El jefe de prensa vio la punta del zapato derecho del presidente apuntando al suelo. Era la señal acordada y se adelantó hacia el grupo de periodistas.
- Señoras y señores, esto ha sido todo. Tenemos que retirarnos. Gracias a todos por venir.
El presidente bajó del atril con paso ágil y sin volver la vista. Le pasó los folios al jefe de prensa con cara de pocos amigos y desapareció detrás de una puerta de madera.
- Hay que joderse. Y ahora me quedan los funerales.

sábado, 14 de marzo de 2009

Bob en Iraq


Ramadi, Iraq. 04:10.

Era noche cerrada y habían ordenado oscurecimiento total. Bob intentaba escrutar su reloj en la oscuridad pero sus manecillas habían perdido toda su luminiscencia. Estaba cansado y nervioso, no estaba acostumbrado al nuevo papel de observador que se veía obligado a desempeñar. Se recordó a si mismo que aquello estaba fuera de su control y que lo harían bien mientras se removía en el asiento del Humvee.
A unos 150 metros los primeros hombres se disponían a entrar, esperando aún con las rodillas semiflexionadas mientras que el hombre en punta retiraba de debajo de la puerta el delgado tubo flexible que le permitía observar en su cámara digital el interior de la casa de adobe. El hombre alzó su mano derecha y enseñó cuatro dedos, gesto que cada uno de sus compañeros transmitió sucesivamente al situado más cerca. El teniente asintió con la cabeza y una figura situada a la izquierda de la puerta empujó su ariete contra la cerradura, abriendo la delgada puerta de metal con un estruendo que debió despertar a los ocupantes y a casi todo el vecindario, pensó Bob. Los que dormían dentro no tuvieron ninguna oportunidad. Antes de que el primero se pusiera en pie cinco figuras con monos negros y cascos de kevlar habían penetrado y les apuntaban al pecho o a la cabeza con las miras laser de sus MP-5 SD. Rápidamente inmovilizaron a los cuatro sospechosos contra el suelo y les ataron las manos con bridas de plástico mientras éstos proferían gritos en árabe. Mientras los encapuchaban para el traslado, el teniente ya había entrado y reconocía la pequeña casa buscando cuanto pudiera considerar útil o sospechoso
- ¿Nos los llevamos ya?
- No, déjelos un poco más. Veamos lo que tienen.
El oficial encontró varios móviles de modelos obsoletos, comida enlatada, sólo dos pistolas y alguna documentación. Ojeó rápidamente esta última y dio un respingo de sorpresa. Había una nota de un tal Khaled en que sugería un cambio de estrategia en su sector, dando prioridad como objetivo a la Policía para socavar la confianza de la gente en la capacidad del gobierno en proporcionar seguridad tras la retirada de los beni kalb.
Finalmente fueron sacando a los prisioneros y metiéndolos en vehículos MRAP. El convoy salió de inmediato precedido de un Humvee y con otros tres vehículos de refuerzo. La incursión no duró más de quince minutos desde que el teniente dio la señal para entrar. Otro oficial se acercó al coronel Badri y tras saludarle le dio novedades. El coronel respondió escuetamente y el oficial se retiró rápidamente hacia su vehículo. Omar Badri era un hombre parco en palabras y se limitó a hacerle una señal a su conductor antes de subir al Humvee.
- Aquí no queda nada que hacer. Ahora veremos realmente como ha ido la noche. Comandante, me queda algo de te ¿quiere un poco?
- No, gracias, coronel –respondió Bob en árabe. Felicidades, ha sido una buena entrada, rápida y limpia.
- Hassad es un buen elemento y ha habido suerte. Claro que los hombres del grupo de asalto son todos veteranos del 36, y eso se nota. Sorbió un poco de te mientras el Humvee se ponía en marcha antes de las primeras luces. Por cierto, ¿cuándo tiene previsto volver a Bagdad?
- Pensaba irme hoy por la tarde, pero me quedaré un día más por si me necesitan. Parece que Hassad ha encontrado un buen montón de papel y en Bagdad no tengo mucho que hacer además de informarles sobre la operación. La semana que viene estaré en casa si todo va bien.
- Inshallah –sentenció el coronel Badri.
Bob estaba cansado pero satisfecho con el resultado de la operación hasta el momento. Conocía al coronel Badri desde 2004, cuando visitó el centro de instrucción de las fuerzas especiales de la nueva Guardia Nacional Iraquí. En aquel tiempo la capacidad de combate de los iraquíes era cuando menos reducida después de que la Autoridad Provisional de la Coalición que presidía Paul Bremer desmantelase todo el aparato militar y de inteligencia iraquí, obligando a los aliados a empezar prácticamente de cero y proporcionando a la insurgencia de una enorme cantera de militares altamente cualificados, resentidos y sin trabajo. Sin embargo, como en Alemania tras la II Guerra Mundial, seguían quedando oficiales con experiencia cuya relación con el partido baas no resultaba demasiado comprometedora. Conseguir soldados profesionales y experimentados ya era otra cosa y hubo que buscar entre antiguas unidades de élite iraquíes, como el Batallón 36.
El ejército creció en progresión geométrica en los años siguientes, asumiendo responsabilidades que excedían a menudo sus capacidades, primero apoyando a las unidades aliadas, después con patrullas y operaciones conjuntas, y finalmente haciéndose cargo de la seguridad de una provincia tras otra. A pesar de eso, abundaban la indisciplina y las deserciones. La Guardia Nacional Iraquí, como se llamaba ahora, era objeto de sangrientos atentados. La moral era baja y el nuevo gobierno iraquí insistió en inflar las filas con reclutas escasamente instruidos hasta que vio que la solución pasaba por la creación de unidades profesionales y muy móviles. Poco a poco, y con el refuerzo de 30.000 efectivos norteamericanos en 2007, las tornas empezaron a cambiar a medida que la GNI ganaba en experiencia y formación. La presencia americana era cada vez más discreta y reducida, siguiendo las directrices del Cuartel General en Bagdad. Esa madrugada Bob había sido el único norteamericano presente.
Cuando llegaban a la base pensaba que la gran asignatura pendiente seguía siendo el apoyo aéreo. Aún tras la retirada, estaba prevista la presencia de no menos de 10.000 militares norteamericanos en Iraq en labores de apoyo e instrucción, pero el gobierno iraquí estaba acelerando el programa de instrucción de los pilotos y del personal de tierra de su fuerza aérea para no tener que recurrir a los contratistas civiles, cada vez más aborrecidos por la población.

sábado, 7 de marzo de 2009

Pilar se prepara para su activación


Paterna, Valencia. 20 de enero. 17:23.

Pilar había ido a comer con unas amigas y decidió volver a casa a ver una película. Sus padres no estaban en casa y tenía la oportunidad de ver algo a su gusto. Hizo una parada en el videoclub automático del que era socia y eligió Munich, la película de Steven Spielberg cuyo argumento se inspiraba en la operación realizada por el Mossad para eliminar a los responsables de la matanza de los atletas israelíes en 1972. Le habían hablado bien de ella, pero le habían avisado que era un poco cruda.
Llegó a su casa y al quitarse el abrigo en su dormitorio vio sobre su cómoda una carta de la Subdelegación de Defensa de Valencia transmitiéndole su felicitación por renovar su compromiso como reservista voluntaria, aunque lo había hecho antes de Navidad. Aunque quedaban casi dos meses para su activación le apetecía cambiar de ambiente, aunque fuese por unos días. A veces se arrepentía de no haber pedido un destino en otra provincia para vivir con más intensidad la experiencia de las activaciones, pero de aquella manera era más cómodo y barato y si tenían horario de verano podía ir a trabajar por las tardes a la ITV.
Decidió tomarse un rato para comprobar que tenía todo el equipo. Bajó al trastero y subió con un enorme y pesado macuto adornado con el emblema del Ejército de Tierra. Pasó una media hora extendiendo sobre su cama los distintos elementos que pensaba que necesitaría: uniforme mimetizado, botas, calcetines, bragas, sostenes, camisetas, chándal, zapatillas de deporte, gorra, divisas de sargento, neceser, útiles para la limpieza de las botas, cantimplora, cubiertos, toallas, ceñidor, chaquetón y polo de manga larga. Desechó lo demás y pensó que era más que suficiente para pasar dos semanas trabajando en la plana de mando del Batallón CIMIC, claro que era posible que tuviese suerte y pillase unas maniobras o al menos unas prácticas de tiro. Metió lo que iba a necesitar en el macuto, que puso sobre su armario, y el resto en un saco de basura que bajó al trastero.
Hacía unos tres años que era reservista voluntaria y más de cinco que se publicó la primera convocatoria. En diciembre de 2003 el gobierno del PP aprobó un reglamento provisional que abría la posibilidad para las fuerzas armadas de reclutar personal con determinadas especialidades para servir a tiempo parcial. El resultado fue una primera convocatoria de 340 plazas para los tres ejércitos, cuyos primeros candidatos empezaron a presentar sus solicitudes en enero de 2004.
Con una escasez de personal que obligaba a la contratación exterior de cada vez más servicios, el objetivo de esa reserva voluntaria no era la de crear otro ejército ni la de completar plantillas. La idea era más bien la de reclutar personal con especialidades difíciles de encontrar en el ejército: relaciones públicas, médicos, conductores… Dado que primaban la experiencia laboral y alguna experiencia militar previa, los primeros reservistas voluntarios eran principalmente profesionales en torno a los 40 años que habían servido como soldados de reemplazo y que echaban de menos la vida militar. No obstante, la reserva voluntaria acogía a un número creciente de mujeres, así como de personas que no habían tenido contacto alguno con el ambiente castrense. Cuando Pilar presentó su solicitud uno de cada cuatro reservistas voluntarios era mujer.
Fue en el verano de 2005 cuando en una conversación con un amigo de Vicente oyó hablar por primera vez de la reserva voluntaria. Aquello le picó la curiosidad y tras mirar en la web http://www.soldados.com/ se informó de lo necesario para presentar su solicitud de ingreso en la segunda convocatoria de aquel año. Una mañana de noviembre se presentó en la Subdelegación de Defensa de Valencia, donde un amable subteniente revisó sus certificados de estudios y hojeaba la convocatoria para calibrar sus posibilidades.
- Mire, al ser licenciada podría usted optar a plazas de oficial, pero no tiene experiencia militar y se queda un poco corta. ¿Estaría dispuesta a ir a misiones exteriores? Eso le añadiría cinco puntos.
- Pero ¿los reservistas van a misiones humanitarias?
El subteniente la miró por encima de las gafas como diciendo “santa inocencia”.
- Bueno, este año fueron seis para lo del tsunami en Indonesia.
- Ah, pues sí. Apúnteme.
- A ver, veo que habla usted inglés y francés. La verdad es que hay sólo un par de plazas de oficial en la especialidad de economía y están muy disputadas. Sería una buena idea que también se presentase a otras plazas para aumentar sus posibilidades de ingreso.
- ¿Cómo cuales?
- Mire, hay unas cuantas de suboficial traductor. Sobre todo en el Ejército de Tierra. ¿La apunto?
Tras aquella entrevista pasó un test psicotécnico, un reconocimiento médico y una entrevista con un apagado teniente psicólogo que le preguntó sus motivaciones para entrar en la reserva.La verdad es que Pilar se consideraba muy española, pero nunca se había interesado por temas militares. Sólo cuando Vicente...(hasta ahí enseño).

sábado, 28 de febrero de 2009

Ataque a Qala-i-Naw

Qala-i-Naw, Afganistán. 29 de enero. 09:38.

El equipo de reconstrucción provincial era un concepto nuevo para los españoles cuando en 2006 empezaron a construir el primero en aquel rincón dejado de la mano de Dios. Se trataba de combinar una fuerza militar que proporcionase seguridad y medios de construcción con una o varias ONG que realizasen su labor en una zona determinada. A pesar de lo políticamente correcta que resultaba esa idea, la realidad en un área tan remota es que los españoles acababan haciendo un poco de todo.
El contingente militar, que había superado los 180 efectivos, se hallaba reducido a unos 125. En aquel momento la protección estaba encomendada a una compañía de infantería del Regimiento América Nº66 perteneciente a la Jefatura de Tropas de Montaña. También había personal CIMIC y del cuartel general de la agrupación. El resto era personal civil que había organizado un dispensario y una escuela segregada para los niños de entre seis y doce años.
La soldado Segura se encontraba guardando el perímetro cuando un rebaño de cabras volvía de pastar por aquellos campos secos. Las guardaba un niño de ocho años cuyo padre no pudo ser convencido de la necesidad de que Izmat fuese a la escuela con los otros niños. Era su único hijo varón y tenía sus prioridades. La madre se ocupaba de su casa de ladrillo, el padre hacía el queso e iba a venderlo y su hermana era pequeña aún, de modo que alguien tenía que sacar a las cabras. Así era su vida y no tenía vuelta de hoja, sentenció el padre ante una cooperante de Anesvad.
Segura vio aproximarse la figura del sargento Barreda desde lejos. Se mantenía en contacto por radio, pero le gustaba darse una vuelta, en parte para echar una mirada y en parte también para evitar la excesiva relajación de los centinelas. La escasez de personal les había obligado a alargar los turnos y la vigilancia era soporífera.
- ¿Qué, como vas?
- Aparte del niño con el rebaño no se ve nada, mi sargento.
- Anoche un Searcher detectó una columna de unos quince o veinte hombres con bultos unos 10 kilómetros al oeste de Camp Arena. Tan al sur es posible que sean transportistas de amapola, pero abre los ojos.
- A la orden. Mi sargento, ¿al final qué va a hacer cuando vuelva?
- ¿Te refieres a lo de Quiroga? Pues he hablado con él y le he dado a elegir entre devolver el reloj o un parte. Tiene que renovar el compromiso dentro de poco, así que creo que entrará en razón. De todas formas, si para el sábado no te lo ha devuelto me lo dices.
- Gracias.
- No hay de qué. Venga, voy a ver como an…
Barreda cayó al suelo como si alguien hubiese cortado un hilo invisible del que colgaba. Casi al mismo tiempo sonó como un petardo cuyo eco se repetía por el valle. Segura se ocultó rápidamente tras unos sacos terreros y habló por el pequeño comunicador Motorola que llevaba en su chaleco.
- ¡Galicia 1, aquí es Galicia 8! ¿Me recibe? Cambio.
- Galicia 8, aquí es Galicia 1. Cambio.
- ¡Francotirador en el sector 8! ¡Tenemos un herido! Cambio.
- Galicia 8, ¿quién ha sido herido y cual es su estado?
- ¡Es el sargento Barreda, creo que tiene un tiro en el cuello! ¡No se si está vivo!
- Galicia 8, intente calmarse y tómele el pulso. Cambio.
Segura tenía la adrenalina por las nubes y pudo arrastrar el cuerpo de Barreda a su parapeto. Parecía totalmente desmadejado y tenía un orificio de entrada por la garganta y otro mayor en la nuca. Tras buscar su pulso en la carótida y darle unas palmadas en la cara concluyó que estaba muerto. La bala le había seccionado el tallo cerebral desconectando su cerebro de su cuerpo. La hemorragia y la infección se encargarían del resto.
- Galicia 1, aquí es Galicia 8. El sargento Barreda está muerto. Cambio.
- Galicia 8, ¿está recibiendo fuego? Cambio.
- Negativo, sólo ha sido un disparo. Cambio.
- Galicia 8, permanezca en su puesto. Estamos en alerta y recibirá refuerzos enseguida. Permanezca a la escucha. Cambio.La primera granada de mortero llegó con un silbido que parecía durar horas. Cayó sobre una construcción de adobe que servía de almacén. La segunda tuvo más puntería y cayó junto a la casa de ladrillo que servía de

jueves, 19 de febrero de 2009

Ben Laden entra en escena

Montañas del Waziristán, a 25 Kms. al oeste de Razmak, Pakistán. 06:29.

El saudí se levantó para quedar sentado y proseguir con sus oraciones. Miró sus manos sobre sus muslos y dio gracias a Dios por un día más para cumplir con su misión, por conservar a sus 19 hijos, porque cada día de su vida era una bofetada en la cara de los enemigos del Islam. Le pidió fuerza para sí mismo y para los valientes hombres que le protegían, sabiduría para interpretar sus designios y cumplir su divina voluntad.
Finalmente se puso en pie y terminó de rezar. Era su segunda oración, la primera prefería hacerla antes del amanecer, y jamás faltaba a la obligación de las cinco veces diarias. Miró al cielo y se sintió tremendamente solo. Había perdido muchos buenos hombres en aquellos años de yihad, pero siempre encontraba el consuelo que necesitaba en el sagrado Corán y en la firmeza de su convicción. Sin embargo, los años de continua tensión y subterfugio, siempre huyendo de los enemigos de Dios, le habían pasado factura a su rostro y a su ánimo. Apenas quedaba un puñado de caras familiares de los viejos tiempos en Sudán y Afganistán, y les veía en contadas ocasiones al año. Bajó por la seca vaguada y encontró a Mustafá.
- As-Salam Aleikum, Sheij.
- Aleikum Salam, Mustafá. ¿Cómo están hoy los hombres?
- Están bien, Sheij. Tendré que evacuar a uno antes de lo previsto. El médico dice que puede tener una úlcera. Estaremos con un hombre menos hasta el cambio de este verano, pero nos arreglaremos.
- Inshallah.
- Inshallah, Sheij
El saudí asintió y palmeó la espalda del leal afgano que cuidaba de su seguridad. Se dirigió a la cueva donde había instalado su espartano dormitorio y sintonizó el BBC World Service en su pequeña radio. En los largos períodos que pasaba en la montaña sin recibir visitas se dedicaba a analizar todos los medios de comunicación occidentales que podía. Internet, periódicos, Al Jazeera, CNN, BBC, nada era ajeno a su atención. Se mantenía mejor informado del curso de las operaciones en Iraq a través de los americanos que de su gente, estando como estaba realmente limitado en sus comunicaciones.
Mientras se acomodaba como podía sobre la alfombra que le protegía del húmedo suelo de la cueva, el hombre más buscado de la Tierra se disponía a empezar una nueva jornada.

jueves, 12 de febrero de 2009

Pues podemos empezar por el prólogo.

El uso de psíquicos o personas con capacidades extrasensoriales por parte de gobiernos es un hecho. Durante la Guerra Fría, tanto las autoridades soviéticas como las norteamericanas invirtieron enormes sumas de dinero en programas de investigación sobre el uso de las capacidades psíquicas en labores de espionaje. El recurso a videntes en investigaciones policiales relacionadas con secuestros y desapariciones es ya habitual en Europa y Estados Unidos, aunque las familias de las víctimas estén más dispuestas a admitirlo que la Policía.

En Estados Unidos, tanto la Agencia Central de Inteligencia como la inteligencia militar mostraron desde 1948 un creciente interés en el campo de la visión remota que se materializó en un proyecto de la DIA conocido como Stargate. Este contó con la participación de videntes profesionales, voluntarios que presentaban diversas facultades, algunos de ellos militares norteamericanos, y un buen número de farsantes que acabaron desanimando a los investigadores y provocaron el cierre del proyecto ante la imposibilidad de usar aquel nuevo recurso de manera regular.

Todo ello es del dominio público tras la entrada en vigor del Acta de Libertad de Información de 1995 y no es difícil encontrarlo en las numerosas páqinas web oficiales y no oficiales de las agencias norteamericanas de inteligencia. Lo que no es tan conocido es la existencia de la unidad conocida como la Actividad.

Según relata Michael Smith en su libro Killer Elite, el Pentágono reconoció tras el fracaso en 1980 de la operación de rescate de los rehenes retenidos en Irán, que se necesitaba una nueva unidad de inteligencia militar. Tal unidad tenía como objetivo proporcionar información para apoyar futuras operaciones antiterroristas y fue fundada por el coronel Jerry King en 1981. Su nombre viene de la denominación Intelligence Support Activity o ISA, aunque ha recibido otros muchos para enmascarar su existencia y financiación.

En los últimos años se ha sabido que elementos de la Actividad han participado en la captura de personajes como Pablo Escobar, al Zarqawui, Sadam Hussein y sus hijos, en colaboración con otras unidades como la Fuerza Delta o los SEAL de la armada estadounidense.

Esta es una obra de ficción. No hay ninguna constancia del uso de psíquicos, ya sean personal militar o civil, por parte de la inteligencia militar española ni de ninguna agencia de nuestro gobierno. Tampoco consta que el gobierno norteamericano ni sus aliados estén empleando a personas con capacidades de percepción extrasensorial en la actual guerra contra el terrorismo. De momento.

La hora figura siempre en horario local y el relato se desarrolla en un futuro muy cercano, pero indefinido. Salvo los que son ya conocidos, los personajes no pretenden representar a personas vivas ni fallecidas y, como suele decirse en el mundo de la ficción, todo parecido es una coincidencia.

Pido disculpas a los lectores, y especialmente a los militares, por los errores e imprecisiones relacionadas con su ámbito de actividad que puedan encontrar en el relato. Quisiera en estas líneas expresar un humilde reconocimiento a nuestros militares por su labor y sus sacrificios dentro y fuera de nuestro territorio; y muy especialmente a Germán Pérez Burgos, Boina Verde, Reservista Voluntario y Caballero Legionario Paracaidista, que encontró el final de su vida sirviendo a España en Afganistán.

Por último, quiero dar las gracias a los pocos profesionales del periodismo y de la milicia que no renuncian a contar lo que realmente pasa en aquel rincón del mundo.

Espero que disfruten con la lectura.

Plenos Poderes, una novela de reservistas.

Hola amigos.

El próximo mes de mayo está prevista la publicación de Plenos Poderes por la editorial De Librum Tremens. Se trata de una novela que presenta la doble novedad de ser la primera que versa sobre una misión exterior española y además tiene como reservista a una reservista voluntaria.

He abierto este blog para aquellos que quieran aproximarse a la novela antes de su salida al público, así como para informar de lo relacionado con la misma. También pretendo ofrecer algún que otro aperitivo, como extractos y partes del argumento. Espero establecer un pequeño diálogo con los interesados en la novela, especialmente los reservistas y militares del componente activo que se vean reflejados en el relato.

Aunque creo que las críticas deberían esperar a haber leído la novela, encajaré lo que queráis mandarme: preguntas, opiniones, comentarios, críticas o lo que se os ocurra. No hay blog que se precie sin un poco de lapidación del autor.

Dicho esto, me gustaría que esto os sirviera como una agradable antesala de un entretenimiento mayor, que espero que sea la lectura de Plenos Poderes.